Un soldado en cada hijo te dió.
El levantamiento liderado por el sacerdote Miguel Hidalgo en 1810, que puso en marcha el proceso que conduciría, once años después, a la independencia de México, se había fraguado en la llamada conspiración de Querétaro, cuyos miembros se reunían en la casa de Josefa Ortiz y su esposo Miguel Domínguez, corregidor de la ciudad. A riesgo de ser descubierta y capturada, como efectivamente ocurrió, Josefa Ortiz de Domínguez logró hacer llegar al cura Hidalgo y a otros conspiradores la noticia de que sus planes habían sido descubiertos; sin su aviso, el alzamiento nunca hubiera llegado a producirse.
Josefa defendió los intereses de su gente y se hizo eco de las reivindicaciones de los indios mexicanos, que vivían en lamentables condiciones; intentó que se reconocieran los derechos de los indígenas y aprovechó su posición como esposa del corregidor para llevar a cabo numerosas obras de caridad.
Salvando las distancias, todos los cristianos que amamos este maravilloso país hemos sido llamados a salir de nuestra comodidad e indiferencia para aprovechar nuestra posición y recursos con el fin de bendecir nuestra nación.
Con nuestra intercesión podemos hacer frente al enemigo, e impedir que siga trayendo robo, muerte y destrucción a nuestro país.
Te compartimos 5 versículos para interceder por nuestra nación, ¡Qué tanto nos necesita!
Pidamos por la paz y el progreso de la tierra en la que Dios nos ha sembrado: «Y trabajen por la paz y prosperidad de la ciudad donde los envié al destierro. Pidan al Señor por la ciudad, porque del bienestar de la ciudad dependerá el bienestar de ustedes”. (Jeremías 29:7, NTV).
Oremos porque cada mexicano, incluidos nosotros mismos, seamos ciudadanos responsables y cumplamos con nuestras obligaciones: «7 Denle a cada uno lo que le corresponde. Al que deban pagar contribuciones, páguenle las contribuciones; al que deban pagar impuestos, páguenle los impuestos; al que deban respeto, respétenlo; al que deban estimación, estímenlo.». (Romanos 13:7 DDH).
Debemos orar por los gobernantes, solo así tendremos paz, bienestar «Ante todo recomiendo que se hagan peticiones, oraciones, súplicas y acciones de gracias a Dios por toda la humanidad. 2 Se debe orar por los que gobiernan y por todas las autoridades, para que podamos gozar de una vida tranquila y pacífica, con toda piedad y dignidad.». (1 Timoteo 2: 1-2, DHH).
Oremos por gobernantes que no amen el soborno, para que nuestra nación viva siempre de manera honesta: «El rey que hace justicia da estabilidad a su nación, pero uno que exige sobornos la destruye». (Proverbios: 29: 4, NTV).
Pidamos por un presidente, diputados y jueces que actúen por los pobres: El rey que juzga a los pobres según la verdad afirma su trono para siempre.. (Proverbios 29:14, RVA-2015)
Los cristianos podemos ser los conspiradores contra el régimen del enemigo, los que estamos dispuestos a ponernos en la brecha, por cada mexicano.
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Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «Biografia de Josefa Ortiz de Domínguez». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en https://www.biografiasyvidas.com/biografia/o/ortiz_josefa.htm [fecha de acceso: 8 de septiembre de 2022].
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