Lo que nadie vio, lo que nadie oyó.
Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, significa que vivimos en medio de realidades distorsionadas, que necesitan ser restauradas para que el cielo pueda manifestarse en la tierra, este es el llamado de la iglesia: transformar la realidad de las personas y sus circunstancias, a través del poder de Dios..
¡Pero hay una trampa!, que consiste en creer que las cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, tienen que ver solamente con grandes revelaciones del cielo y menospreciamos las cosas sencillas; Dios revela, y nos muestra cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, a través de las cosas pequeñas, de los pequeños milagros cotidianos, que a veces parecen insignificantes.
Solo la iglesia de fe, aquella que tiene la capacidad de imaginar y crear, tiene la autoridad de restaurar las realidades y transformarlas en evidencia de que el cielo sigue operando en la tierra. No te desanimes, el propósito de Dios en tu vida ¡SUCEDERÁ!
Imagen: Foto de Kelly Sikkema en Unsplash